Breve reseña de la historia minera de Morococha

El presente texto revisa la historia minera de Morococha. Aunque no se tienen datos exactos sobre el inicio de la explotación de esta minera, existen indicios primitivos de este proceso antes de la llegada de los españoles. Durante el Coloniaje se comenzaron a trabajar minerales oxidados que se beneficiaban por amalgamación en «circos»; asi como las galerías y pavonados que se fundían en horno de «pachamanca». Posteriormente, don Martín de Bidegaray, minero, azoguero y hacendado, solicitó licencia para levantar un Ingenio (Molino de metales) en el paraje San Martín de Tuctu de Morococha. El virrey le concedió y se construyó el molino de metales, constituyéndose la partida de nacimiento de la industria metalúrgica en Morococha y toda la región central del Perú. Sin embargo, la lucha por la Independencia Nacional paralizó por completo la naciente industria minera del Coloniaje, quedando en abandono las labores de extracción de minerales, sumándose la escasez de barreteros. Por ello, el señor Izcue, recurrió a Carlos Pflucker, hombre enérgico y emprendedor, quien pronto se convierte en el pionero de la Pirometalurgia al tratar de fundir minerales de cobre en hornos de Reverberación construidos por tres operarios fundidores traídos por él especialmente de Alemania. Finalmente muere el señor Izcue y Pflucker decide contratar más barreteros y convirtió a Morococha en una próspera Hacienda Minera, descubriendo nuevas minas de plata e instalando modernos procesos metalúrgicos de amalgamación y cloruración en Tuctu. Así, en 1905 el señor James B. Haggin adquirió las propiedades de la Compañía Minera de Santa Inés Y Morococha, y en el año 1908 por acción de los señores Haggin y A. W . McCune se constituyó la Morococha Mining Company, entidad de la que también formaron parte integrantes los miembros de la Cerro de Paseo Syndicate.